sábado, 12 de noviembre de 2011

Vivir es arte.

¡Qué rico es poder conversar! 
No hablar, sino conversar. Que no es la misma cosa.
Bueno es tener a alguien con quien, entre palabras, despegues vuelo y sigan en la misma sintonía. Alguien que no corta tus alas, sino que con acertados comentarios, se vuelve tu compañero de vuelo. Genial.


En una de esas nutritivas conversaciones (porque alimentan al alma y no al cuerpo; que es mejor),  decía yo que me encanta el arte, pero al mismo tiempo aseveraba que sólo soy consumidora, pues no me considero como un ente productivo de arte. Bendito sea mi amigo, tan conversador. Me corrigió de inmediato y me dijo que el simple hecho de vivir, (pero de vivir bien) es arte: leer es arte. Pintar es arte  (aunque sean “muñecos de palitos”). Cantar desafinado es arte también. Escribir, analizar. Expresarse.  
Esos paseos que acostumbro a dar en el conde, caminando, mirando, pensando, escondiéndome de las luces de la ciudad, son parte de mi arte de vivir. Esa forma de hablar, midiendo cada palabra, cada expresión. Esas veces en que  me permito dejarme llevar por impulsos. Esa necesidad de leer, de escribir, de ver una buena película. Fotografiar. Sonreír. Todo en su conjunto nos hace artistas.

Pues sí. Es cierto. Todos tenemos un lienzo por pintar, se llama vida. Decidimos si queremos ser impresionistas o minimalistas.

Y yo que tengo esa “maña” de medir la grandeza de las personas por el arte con que viven. Ya sabía todo esto, pero no me daba cuenta que sabía.   Cuando leo algo fabuloso que alguien escribe, simplemente el autor pasa a caerme bien; no importa si lo conozco o no, si este vivo o no, lo que importa es que él escribió y yo leí, me gustó: sintonizamos. ¿Qué mejor parámetro que ese?  Si  leer es ver el mundo a través de los ojos del autor. ¡Qué atrevida he sido al tomar prestado los ojos de tantos grandes! Me encanta.

¿Poesía? Es el canto del alma. El amor, el desamor, el miedo y los sueños.  Leer poesía es cantar con el alma de los poetas. ¡Qué honor me he gastado!

¿Canto? Cantar es jugar ajedrez con los sentimientos.  Y qué privilegio el nuestro echarnos una partida con los sentimientos de tantos artistas.

Sabina dice que bailar es soñar con los pies...aunque a mi no me salga bien ningún pasito, sé que así es..

Y así puedo continuar con todas las artes… pero no.

Mejor hablo del arte más noble de todos: soñar. Porque soñar es vivir. Porque vivir debe ser soñar. Porque lo que diferencia a los grandes de los insignificantes es su capacidad de vivir soñando, de soñar despiertos. De cumplir sus sueños y los de los demás. Bendito sean los soñadores alrededor del mundo: epa, que somos muchos. Facundo me ha dicho que:  “el hombre es Dios cuando sueña y esclavo cuando cuenta”.

Benditos.  Los que nos arañan el corazón con una canción. 
Benditos. Los que derrochan placeres.
Benditos.  Los que usan la fuerza de la guitarra.
Benditos. Los que comparten con el mundo su arte.
Benditos. Los que cambian balas por palabras.
Benditos. Los que lloran frente al mar, los que ríen frente a un paisaje de puras antenas y calles. Los que silban melodías, los que captan imágenes, los que guardan recuerdos, los que sanan cicatrices, los que cuentan historias.
Bendita sea la raza humana, carajo.

*GR

“Y me pregunto… pa’qué nace la gente que nace y muere indiferente”- JMS.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Mi vecino, el pianista.

A veces la vida nos regala tesoros, y a veces también, ni cuenta nos damos.

Vivo en el mismo lugar desde que tengo tan sólo un año de edad. Eso quiere decir que llevo alrededor de 19 años en este edificio. Crecí entre estas paredes y desde que llegamos, mis vecinos del piso de arriba han sido los mismos. Doña Virginia y Don Vicente eran una pareja mayor que siempre me pareció peculiar. La señora era siempre muy simpática y alegre. Recuerdo que me hacía gracia ver una señora “ochentera” manejando su antiguo carro como cualquier joven y, que sin importar la hora, nunca salía de su casa sin su acostumbrado labial rojo mamasita, cuyo color a veces se extendía hasta sus dientes. Siempre saludaba y, si nos la topábamos en la escalera, tendríamos que hacerle conversación porque su lento caminar hacía que bajar tan solo un piso tomara unos cuantos minutos. A doña Virginia  sin duda le encantaban los niños. Sin embargo, nunca tuvo hijos.

Don Vicente, por su parte era un hombre alto, erguido y de muy pocas palabras, no usaba labial ni conducía un auto, pero era, muy educado. A los ojos de una niña, el tipo era muy sobrio. A don Vicente no le gustaban los niños, y supongo que por eso fue que doña Virginia no tuvo hijos.
Vivían solos. Recibían pocas visitas y, entrar a su casa siempre me pareció una aventura. Me sentaba a esperar a mi madre, haciendo grandes esfuerzos para que doña Virginia pudiera escuchar mis saludos, porque su sordera ya iba muy avanzada. Don Vicente, sólo levantaba la vista y seguía viendo su televisión. ¡Qué casa tan diferente! Se me parecía a un museo. Las paredes estaban llenas de fotos antiguas y placas de reconocimiento. Los muebles debían tener más o menos la misma edad que sus dueños y, en el centro de la sala, un piano. Negro. Grande, bello, imponente. Nunca lo toqué, sólo lo miraba. Me daba algo de miedo la reacción de don Vicente si me hubiese atrevido a ponerle un dedo encima.

De lunes a viernes, cuando volvía del colegio, comía, descansaba y me disponía a hacer mis tareas en una pequeña silla roja, cuyo uso exclusivo era: hacer las tareas. Me iba al balcón con mi mochila y escuchaba. Las notas de ese piano eran mágicas. Las melodías, que nunca reconocí, eran realmente buenas. Uno que otro día, iba una estudiante de canto, tenor, muy buena, y lo acompañaba en sus viajes al mundo de la música. Día tras día, don Vicente parecía perderse en sus notas y la voz de la señora retumbaba en todo el edificio. Exquisito.
Nunca vi a don Vicente tocar. Nunca. Pero si lo escuché, infinidad de veces. Luego de unos años, mientras iba creciendo, descubrí que mi vecino era un músico retirado muy reconocido en “su época”, como solía decir mi madre. Vicente Grisolía, fue estudiante, músico, y profesor que llegó a ser maestro de quienes una vez intentaron enseñarle.

Como mis peculiares vecinos no tenían hijos ni mucha familia, siempre me preocupó saber de qué vivían. Al parecer don Vicente tenía una pensión de no sé dónde.  Llegó una época en que, ya casi no me topaba con doña Virginia en las escaleras, y que, el piano se escuchaba con menos regularidad. Don Vicente estaba muy enfermo.
Con los ojos aguados fui testigo del día en que, tuvo que vender su adorado piano para poder costear el tratamiento que le alargaría la vida un poco más. Me rompió el corazón. A él también. Ya no cantaban los ángeles todos los días en mi edificio a eso de las cuatro. Ya no se escuchaba nada.  Solo silencio. Y así, con los meses, también se silenció su alma. Don Vicente falleció, sin piano ni tenor. Fue increíble ver que un hombre de estatura tan generosa y de talle tan ancho se redujo a casi nada.

Bonito. Bonito fue el gesto que tuvieron sus estudiantes de antaño al ir a la misa que se ofició en su nombre y entre piano y voces muy bien cultivadas le cantaron al maestro.
Hoy, me encontré a doña Virginia. Se desmontaba de un taxi y a sus noventa y tres todavía sonríe como la recordaba. Llevaba un vestido floreado de moda de los años 30  y su acostumbrado labial. El rojo, ya no es mamasita, sino un poco más opaco, pero sigue allí.

Qué buenos vecinos me regaló la vida. Crecí disfrutando de gratis de un gran artista. Y, de ñapa sigo disfrutando de la sonrisa y la sordera de su simpática viuda. Ya casi son las cuatro. Con seguridad don Vicente se dispone a tocar para el deleite de los ángeles.

*GR

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Aprender en una fila.. (random)

Hace unos días, fui al banco. Tenía tiempo sin entrar a una sucursal, esto de la tecnología hace que se reduzcan las veces en que es estrictamente necesario entrar… pero esta vez, tuve que hacerlo y, para mi disgusto, hacer fila –soy de esas que no le agrada hacer filas por nada… ¿Quién en su sano juicio hace una fila de 30 minutos para COMPRAR una dona? ¡POR FAVOR! Respetemos el tiempo, señores –
Pues, allí estaba, esperando mi turno en la cola de una línea de unas doce personas, buscando una razón lógica por la que un banco tan importante no hace caso a la teoría de colas y no reduce su tiempo de espera, para satisfacer a la parte más importante de toda empresa: los clientes.

Sumergida en mis pensamientos, una voz familiar me interrumpe, levanto la cabeza y saludo aquella vieja conocida a la que le guardo mucho aprecio, por el regalo que, sin saberlo, me hizo al engendrar uno de mis amigos, hacía tiempo no la veía, y realmente me agradó saludarla –algo positivo de aquella fila–, de hecho, no recordaba que allí trabaja ella.
Siempre tan atenta, me pregunta por qué estoy haciendo fila –una de esas preguntas que no esperan respuesta, que se hacen al aire, y no se deja contestar– y de forma natural se voltea y lanzándole una sonrisa al cajero más próximo le pide que me atienda enseguida. Con la misma sonrisa que se me dibujó cuando la reconocí, le respondí que no era necesario, pues ya tenía un turno en la fila –¡¡sólo faltaban once personas!! *suspiro*– ella insiste, pero al ver que me negué una vez más, desistió. Luego de su –siempre cariñosa – despedida, regresó a su puesto de trabajo y yo me disponía a seguir pensando en por qué me gustan tanto las guayabas...

En la fila, justo delante de mí, había un señor, no muy mayor, pero tampoco muy joven, y se voltea, extiende su mano y dice: –la felicito, señorita– diciéndolo más con los ojos que con la voz. Yo, un poco extrañada, sonrío, y le doy la mano y, seguro se percató de mi confusión, pues el mismo decidió darme la razón de su felicitación: –pocas personas harían lo que hiciste, hubieran tomado el turno, pero te quedaste en la fila- (…)
Ah –entendí– eso no es nada, no merece felicitación, pero de todos modos gracias
La señora que estaba delante del señor que me felicitaba también se volteó y dijo que estaba de acuerdo con el señor, pues “fue de muy buena educación” no colarse en la fila.

Todo el tiempo que estuve esperando mi turno, lo utilicé para tratar de convencer al señor de que no tenía mérito alguno por negarme, ellos llegaron primero y yo debía respetar el derecho que les asiste por eso. Pero, hasta el último momento, siguió insistiendo que aquello si era algo digno de resaltar.

Al fin llego mi turno, hice la transacción, y salí de aquella sucursal. Y pensé: ¿A qué punto hemos llegado? Las personas están convencidas de que aquel que cumple algún deber, merece un reconocimiento. Y las cosas no son así, no deberían, al menos. Los deberes están hechos para cumplirlos, el respeto, se hizo para respetar. No hay que felicitar a quien respeta, ni hay que premiar a quien cumple sus deberes. No no. La gente está confundida. Se ha perdido la costumbre de respetar, de cumplir a tal punto que, si alguna rara vez alguien lo hace, merece ser reconocido.
Qué triste. Yo solo espere mi turno en la fila. No hay mérito alguno en eso, el mérito pertenece a aquellos que hacen cosas buenas aunque no TENGAN que hacerlo. Aunque no sea su deber…


*GR

jueves, 7 de julio de 2011

A propósito del día del profesor...

Hace poco se conmemoró en nuestro país el día del profesor. Un día para agasajar a aquellas personas que entregan cuerpo y alma al oficio más noble de todos: educar.
Esta profesión no goza del respeto que por inercia debe dársele. Nuestros profesores son los encargados de formar generaciones competentes, productivas, responsables, trabajadoras, preparadas… Y hasta que no se le dé la importancia que debe dársele, esto continuará siendo un ideal.
No resulta atractivo optar por este oficio porque es uno de los peor pagados. Los “beneficios” de los que gozan, están atados a la voluntad del político al mando y esto no debe ni puede continuar de esa manera.  Aquellos ángeles que por vocación, se levantan día a día a entregar con ahínco el pan de la enseñanza a nuestros futuros ciudadanos y líderes merecen nuestras reverencias. Me quito el sombrero ante ellos.

Si todos entendiéramos el efecto que un profesor puede tener en un alumno las cosas fueran otras.  En mi caso, por ejemplo, tuve la dicha de encontrar en mi camino de estudiante una persona muy especial. Una maestra, alguien que supo cruzar la línea que divide a los simples profesores de los verdaderos maestros.              Esta persona transformó mi vida, mi forma de pensar, de ver las cosas. No limitó sus funciones en hacer lecturas mecánicas diarias, corregir una mascota o libro, ni en calificar en base a puros exámenes, ella, me enseñó a leer entre líneas, a entender la realidad que nos rodea, a saber en qué contexto social estamos parados, a criticar, a reflexionar.
Siempre he dicho que si en cada aula de este país, se encontrara una persona de ese calibre, se elevaría la generación que a gritos nos pide nuestra nación.  Se generarían cambios. Es cuanto.
El día del maestro se celebra el día en que también recordamos con añoranza a Juan Bosch, el más grande de todos -por el que siento tremenda admiración- tanto en su rol de profesor, como de político, trató siempre de ser voz de aquel mundo campesino por décadas olvidado, maltratado, ultrajado, siempre tratando de hacerle justicia, reivindicarlo, con el sentido moral que siempre le caracterizó.-tanto en la literatura como en la política-.

A aquellos que me leen, agradezcan la oportunidad de educarse que han tenido, y denle valor a quien loor merece.  Porque, doy fe y testimonio que, antes de llegar a mi vida una maestra como la que les mencioné, yo era una simple brújula sin norte. Hoy, soy un proyecto de ciudadana que desea hacer algo por este pueblo mío y de ustedes, por esta hermosa y rica tierra que me ha enseñado a –sobretodo- ser fuerte.
Para finalizar esta entrada como es debido, les dejo un fragmento de Bosch, en el que reluce la calidad humana de la que podía –pero nunca quiso- presumir:




                                                                          *tomado de su cuento Rosa.

*GR

miércoles, 8 de junio de 2011

Sí, después de un mes sin nada.. volví con el arrepentimiento de dejar el blog a un lado.
Y, como estoy en semana pre-parciales (exámenes) pues les dejo algo que escribí hace ya un tiempo.


Por cierto, ¿vieron el vídeo nuevo de Shakira?  ¡Todo un escándalo, la rabiosa!


*Antes de irme quisiera mostrarles lo siguiente sobre la iniciativa Pastillas contra el dolor ajeno, una muestra de cómo una pequeña, pero buena idea puede hacer un gran cambio.

Volcán que sin voz anuncia que arderá

¿Acaso siempre fue tan necesario como hoy soñar? 
¿Mirar al sol y ver la luna recortando el cielo estrellado? 
Estoy sentada donde dos son multitud y veo almas confundidas que se pierden en un beso. Y suspiro. 
Un profundo desafío con mi otro yo me gasta las energías. Cuestiono: 
¿será lo que me ofrece mi mortalidad lo que hace fluir la sangre en mis venas? No lo es. 
Atender a lo que todos quieren es despistar. Y cuando no se sabe a dónde ir, cualquier sendero es bueno. 
¿Quién inventó la palabra imposible? ¿Quién ideó el nunca jamás? 
Un cobarde, una quimera. Seres que quieren lacerar mis aspiraciones, mis ganas.. me despiertan cuando me dispongo a soñar, que dan el pellizco que recuerda palpitante que en este siglo el segundo que utilizas para parpadear es aquel que se usa en tu dictamen final. 
Pero al fin, Venus se apiadó de mi. Me colé por una grieta y aquí estoy a salvo. Es cálido y puedo atreverme a cerrar mis ojos. El turbio arco iris recupera sus colores lentamente, es el regalo que me trae la melancólica llovizna. 
Este es mi himno, gigante, extraño; anuncia la aurora que viene. Le canta al rebelde que no se deja domar, al que se resiste a ser una cifra, a quien borda el tul de deformes siluetas que le sonríen a mis pupilas, que no se nublan, oh no, eso no. No se dilatan. 
Si conservo mis ideas aunque se extraviaron mis palabras; si atesoro las canciones aunque ausentes de ritmo y de compás, tendré mi bandera huérfana de asta quizás, pero ondea. Ella ondea. 

Sufro la severidad barata de la moral abstracta que muchos predican. Es lo que me hace capaz de desear, de aspirar. No, no soy un astro, lo sé, pero de una lejana y errante estrella, soy luminosa estela; me hundo en la embriaguez de la creación divina que enardece mis memorias y deseos, mis accesos de alegría y de este impulso que riza y empuja el mar, el inmenso mar. 

Lo que tengo dentro, es lo que tengo para contar: un volcán que sin voz anuncia que va a arder. El murmullo del alma que ordena el caos en el cerebro. Y es lo único que tengo, pero es lo que crea un hilo de luz en las indóciles sombras del mundo de los mortales. 

Armen. Diseñen. Innoven. Rían. Aspiren. Canten. SUEÑEN. 
Carpe Diem, mon amies. 


*GR

miércoles, 11 de mayo de 2011

Cada día Google se gana más nuestra simpatía.
Una amiga me recomendó lo siguiente y no puedo evitar compartirlo, ¡es oro!

Para los que, como yo, sueñan con visitar un montón de museos alrededor del mundo y aún no cuentan con las herramientas -a.k.a dinero- necesario para viajar y hacerlo:



Tiene una lista de museos en los que puedes entrar,  caminar, y examinar las obras desde muy cerca. ¡Es el Google Earth del arte! 
Incluso puedes "coleccionar" tus piezas favoritas.





Sin dudas, sacaron la bola del estadio ¡home run!
<3 


*GR

jueves, 5 de mayo de 2011

Afuera llueve,  como si el clima me quisiera confirmar que ya estamos en Mayo. ¡Cómo pasa el tiempo!
Hace 5 meses abandoné esta ventana que abrí hacia mis pensamientos. Y aún no entiendo el por qué... No, no fue olvido, pues entraba al blog a menudo como para confirmar que todavía existía. Simplemente mis dedos se rehusaban  a escribir. Y yo, nada podía hacer.
Pero aquí estoy, luego del fin de semana más jugoso que el 2011 ha exhibido, es imposible no escribir, no opinar.
¡He vuelto!



Viernes 30 de abril.
Me desperté al sonido de mi –muy molesta- alarma a las 5am. Sí, fui una de esas que se dejó ganar por la frivolidad y se despertó a ver la Boda Real. Mucha, mucha expectativa sobre este... “evento”.
Las monarquías siempre me han parecido ridículas desde el punto de vista objetivo. Se enriquecen exponencialmente con el dinero de un pueblo que luego llaman “plebeyo”. Se le asignan honores y se le atribuyen destrezas que muchas veces no tienen,  por el simple hecho de conservar una tradición, un linaje.  Es absurdo.
Inglaterra, ha tenido ciertos roces en nuestra historia, sí. Pero aún así, es fascinante –admitamos- la historia de los monarcas, sus protocolos, sus  defensores y  detractores.
Pero bueno, basta de preámbulos.
Desde pequeña fui bombardeada con historias de amor y princesas con finales felices y al crecer me he encontrado con una realidad que no corresponde a esos cuentos rosas.  Pero,  mi niña interior se fue al exterior y se fascinó viendo la boda: plebeya y príncipe. ¡Tal como los cuentos de mi infancia!
Increíble ver como todo Gran Bretaña, a pesar de las críticas estuvo atento –y celebró- la boda real.
Increíble también ver este tipo de bodas en pleno 2011.
Un cuento de princesas, real.
Pero qué digo, los caballeros, caballos, reina, rey… sólo deben ser protagonistas de un buen partido de ajedrez.


                                                                                             elcriticoinfo.com


No ha llegado el medio día y veo en Twitter un “hashtag” que no entiendo: #clarogate.
La insistencia de los twitteros dominicanos hizo que se convirtiera en “Trending Topic” a nivel mundial. ¿Qué cosa es “clarogate”?  Pasó un buen rato para que averiguara qué era y entendiera la magnitud de este “gate”.
Lo que en Twitter bautizaron como “Claro gate” fue el ataque de un hacker al portal web de la empresa telefónica Claro. Se publicaron unas 25 páginas de minimensajes de todo el dominicano que uso la plataforma virtual de Claro para enviarlos. Número móvil incluido.
La prensa, especialmente la escrita, NO se hizo eco de esta noticia. Mi teoría –y la de la mayoría de personas con 2 o mas dedos de frente- es que ningún periódico quiso indisponer a uno de sus principales anunciantes –qué asco-.
Cualquiera tiene acceso al documento que contiene los cientos de mensajes que han sido publicados. Nombres, números de teléfono, números de cuenta, entre otras importantes informaciones están a la mano de cualquier maleante que puede hacer con esta información, un gran meollo.
Preocupa el hecho de que la mayoría de mensajes eran de índole sexual, especialmente, relaciones…digamos.. prohibidas. Declaraciones de homosexualidad, despecho, amor, en fin. Puedes ver de todo.
Y en cada palabra que sea posible una falta ortográfica, ahí estará, tenlo por seguro –incluso en donde consideramos que es imposible tener faltas-. Y así, nos niegan educación. Sí sí, E' PA LANTE QUE VAMOS!

                                                                Sí, yo también morí..

Domingo 1 Mayo.
Me encontraba yo muy tranquila compartiendo una cerveza con amigos cuando uno  de ellos dice: “Mataron a Bin Laden” todos lo ignoramos pero yo  saqué mi As bajo la manga: Twitter. Y empecé a buscar... Efectivamente.   A la velocidad de la luz todo el mundo comentaba la supuesta muerte del  “terrorista”. Me paro y prendo la televisión. Qué sorpresa me llevé cuando en las noticias me confirmaban esto.
No lo había digerido aun. Pero… el pueblo norteamericano –léase, gringos- estaban en las calles celebrando aquello que consideraban una victoria.
Luego empecé a procesar toda esta información: ¿qué tan desmoralizado puede estar un pueblo que se lanza a las calles a CELEBRAR la muerte de un ser humano?
“Osama fue el responsable de la muerte de unos 3mil americanos” cierto. Pero a la misma vez… ¿Cuántas vidas inocentes se han perdido por la guerra estúpida que mantienen los mismos americanos en Medio Oriente?.
Nuestro premio Nobel de la PAZ, Barack HUSSEIN Obama, con tan buen discurso también es responsable de la muerte de cientos de personas por la agresión que este mantiene en Libia.

Todos los periódicos están haciéndose eco de esta noticia. Pero poco revuelo ha hecho sobre la otra noticia: tropas estadounidenses mataron al hijo y 3 nietos de Gaddafi, en Libia.
No dejo de pensar que todo esto es una cortina de humo que intenta cubrir algo grave.  A ver, pensemos:  la potencia más poderosa del mundo, tarda 10 años en capturar –y matar- al hombre más buscado por el FBI. No nos muestran el cuerpo, porque claro, la gente no necesita pruebas, nos creemos todo lo que LORD USA diga. Hacen todo lo contrario: lanzan el cuerpo al mar. ¡Por favor!

Tampoco descarto la opción de que el terrorismo y el terrorista, fueron creados por la misma potencia que hoy con tanto afán lo “combate”. 
¿Por qué?
¿Qué buscan?
¿Quiénes pagarán por los platos rotos?

#nuncalosabremo


GR*




domingo, 16 de enero de 2011

:.

Estoy posteando unos escritos que tenía guardados. Así los salvo del olvido.
Prometo postear uno fresquesito, acabado de salir del horno..proximamente.

*GR

Muro de cristal, lluviecita de mayo.

Hoy me siento gris, el sol contrasta mi alma y no emito sombra alguna. No dejo rastro pero tampoco el viento mueve mis cabellos. Hoy me sentí azul, en algún momento llovió en mi cabeza y mis represas estuvieron a punto de colapsar. Pero toqué la atmósfera y me sentí en otro universo.

La lluvia insiste, ... No sé si cae o si sube , mas pienso en cristales transparentes, que deslumbran mi infancia, allá en el patio de boscosas sombras, allí donde intenté vivir; mojaste mis emancipados párpados, oyendo aún el eco de las risas de Enero, recibí tus plásticos rebotes, lluviecita de Mayo, límite del tiempo, orgía del clima...

Y del cielo cae este muro sobre la historia de Babel y despierto. Son tantos laberintos que es tan fácil perderme...estoy en todas partes y yo sigo viendo la pared entera, compuesta por el tiempo a cuestas y una historia rota... no sé qué hacer con esta historia ni con la otra... ni con la media ni con el tiempo... compongo, no versos... verdades a quemarropa. Compongo ausencias con este ladrillo y este otro, esta estúpida ausencia de no sé qué y que me habla. La ausencia está en la palabra a medias, en el sonido del teléfono, en lo que se queda, en lo que se va, en lo que no está, en lo que no se dice y se dijo... ¡muro roto! En pedazos, en trocitos de cristales, en pequeños gajos que no tienen fin.


Siento que la gente tiene demasiadas heridas y agujeros. Y no hay suficiente cariño, ni ganas, ni constancia, ni valentía, ni paciencia... Y todo vuelve a escaparse.


Se nos olvida con frecuencia cuánto valemos y cuándo hacernos valer. Sobre todo si las cicatrices siguen marcándonos. Las heridas enfrentadas levantan demasiados muros. 


Me he desgastado ya demasiado. A veces creo que llevo toda la vida reparándome a marchas forzadas mientras me desgasto. 


Pero de eso se trata, de remendar y desgastar. Es la vida un ciclo vicioso, es todo un laberinto. Y el sol ha salido de nuevo; y tras él un muro, que pronto caerá, en cristales, en gotas, en cemento.
Y otros cesos reflexionarán.





sábado, 8 de enero de 2011

"carpe diem"

¿Acaso siempre fue tan necesario como hoy soñar? 
¿Mirar al sol y ver la luna recortando el cielo estrellado? 
Estoy sentada donde dos son multitud y veo almas confundidas que se pierden en un beso. Y suspiro. 
Un profundo desafío con mi otro yo me gasta las energías. Cuestiono: 
¿será lo que me ofrece mi mortalidad lo que hace fluir la sangre en mis venas? No lo es:
Atender a lo que todos quieren es despistar. Y cuando no se sabe a dónde ir, cualquier sendero es bueno. 
¿Quién inventó la palabra imposible? ¿Quién ideó el nunca jamás? 
Un cobarde, una quimera. Seres que quieren lacerar mis aspiraciones, mis ganas.. me despiertan cuando me dispongo a soñar, que dan el pellizco que recuerda palpitante que en este siglo el segundo que utilizas para parpadear es aquel que se usa en tu dictamen final. 


Pero al fin, Venus se apiadó de mi. Me colé por una grieta y aquí estoy a salvo. Es cálido y puedo atreverme a cerrar mis ojos. El turbio arco iris recupera sus colores lentamente, es el regalo que me trae la melancólica llovizna. 
"Este es mi himno, gigante, extraño; anuncia la aurora que viene. Le canta al rebelde que no se deja domar", al que se resiste a ser una cifra, a quien borda el tul de deformes siluetas que le sonríen a mis pupilas, que no se nublan, no, eso no.

Si conservo mis ideas aunque se pierdan mis palabras; si atesoro las canciones aunque ausentes de ritmo y compás, tendré mi bandera huérfana de asta quizás, pero ondeará.

Sufro la severidad barata de la moral abstracta que muchos predican. La sufro, pero es lo que me hace capaz de desear, de aspirar. No soy un astro, lo sé, pero de una lejana y errante estrella, deseo ser luminosa estela; 
me hundo en la embriaguez de la creación divina, enardece mi memoria y mis deseos, mis accesos de alegría y de este impulso que riza y empuja el inmenso mar. 

Lo que tengo dentro, es lo que tengo para contar: un volcán que sin voz anuncia que va a arder. El murmullo del alma que ordena el caos en el cerebro. Y es lo único que tengo, pero me crea un hilo de luz en las indóciles sombras del mundo de los mortales, al que pertenezco.

Armar y amar. Diseñar y cambiar. Reír y sonreir.. Aspirar y aceptar. Cantar y SOÑAR. 
Carpe Diem, mon amies.



GR*