jueves, 23 de septiembre de 2010

Trópico de Sangre.


Me gusta el arte. Me gusta apoyar lo criollo. Pero también me gusta hablar con la verdad.
Es cierto, el cine dominicano está en pañales, falta mucho trabajo para que llegue a una etapa de madurez. Fui hace poco a ver la película “Trópico de Sangre” cuyo tema, siempre me ha atraído. Ya había oído buenas críticas sobre ella. Admito que, de producción y detalles técnicos  no sé mucho, por no decir nada, y aún desde mi condición de amateur, noté algunos fallos. Pero esto no es lo que quiero resaltar. Hasta ahora es la producción (de las que he visto, porque aun no he ido a ver “La Soga”) dominicana más…decente.

En cuanto a los actores, el reparto tenía muy buenas apuestas, pero no logró capturar a la audiencia como me lo esperaba.      Michelle Rodríguez, aunque con algunos deslices, personificó muy bien el carácter fuerte de la eterna Minerva Mirabal.     Celinés Toribio tuvo un muy pobre desenvolvimiento en esta película. Por su parte, Sharlene Taulé, excelente; sus breves intervenciones fueron más que buenas.
Juan Fernández,que encarnó a Trujillo, exageraba algunos gestos y el tono de voz del sangriento dictador.
Sergio Carlo, tal vez para alimentar su ego, quiso sobresalir como actor, logrando sólo que el espectador viera en la pantalla al chico joven, talentoso y presumido que tenemos hoy en día, pero no al héroe Manolo Tavárez Justo. Sin embargo, en una escena en la que tuvo que cantar, me sorprendió haciéndolo muy bien.

Ahora bien, esta historia todos la conocemos porque es quizás la única cosa que nos enseñan bien en nuestras clases de Historia Dominicana desde que empezamos a educarnos… Sin embargo, al guión le faltó sustancia.    Al principio la historia empieza a correr de forma normal, pero, cuando empieza la verdadera acción  se nos sorprende con que ya se acaba la película.  Sí, yo sé que es una historia muy sustanciosa para querer reducirla a dos horas en un filme, pero detalles básicos fueron omitidos.
El liderazgo político que tenían en aquella época la pareja Tavárez-Mirabal fue omitido totalmente, al público no se le enseñó qué tanta fuerza llegaron a tener y cuantos jóvenes de todos los pueblos se involucraron en la lucha por la restauración de la democracia.  
Tampoco en ningún momento se menciona el nombre del Movimiento 14 de Junio, lo que me parece de mal gusto. Nunca en nuestra historia se ha creado un movimiento similar, con tanta participación y fervor como aquel. Ignorarlo en una historia que ameritaba su mención fue quizás hasta una falta de respeto a tantos héroes que cambiaron la sangre de sus venas y la vida que tenían porque hoy nosotros tengamos esta media libertad.

Es mi humilde opinión que si esta historia se hubiera narrado desde la perspectiva de la vida de Manolo, y no de las Mirabal (endiosadas en exceso, aunque muy merecedoras de mérito, hay muchos héroes más en el anonimato) quedaría más completa y este capítulo de nuestra bella historia quedaría mejor contado.

Aun así, exhorto a todo dominicano a que vaya al cine (no a la piratería y mucho menos en producciones locales, aportemos), apoye el talento local y se disfrute esta producción. A ver si el gusanito de la lucha despierta en la juventud, dormida como nunca en momentos en que la Patria llora nuestra indiferencia.

GR.





viernes, 10 de septiembre de 2010

Virginidad.





Este comentario ligero, es el que desflora a este blog, que hasta ahora era doncella. Sin entradas, era virgen, hasta esta publicación.
He creado esto, porque tengo muchas cosas que decir..cosas que no puedo resumir en los 140 caracteres de Twitter. Necesitaba una herramienta mas amplia.

Soy una dominicana común y muy corriente, que cada vez que sale a las calles melancolías de esta ciudad-jungla, recoge información urbana que pueden convertirse en anécdotas diabéticas. Faltas de azúcar quizá por el trajín del día a día criollo.
Este blog no es más, que el fruto de mi necesidad de expresarme.




Escribo, porque tengo que escupir.
GR.