sábado, 12 de noviembre de 2011

Vivir es arte.

¡Qué rico es poder conversar! 
No hablar, sino conversar. Que no es la misma cosa.
Bueno es tener a alguien con quien, entre palabras, despegues vuelo y sigan en la misma sintonía. Alguien que no corta tus alas, sino que con acertados comentarios, se vuelve tu compañero de vuelo. Genial.


En una de esas nutritivas conversaciones (porque alimentan al alma y no al cuerpo; que es mejor),  decía yo que me encanta el arte, pero al mismo tiempo aseveraba que sólo soy consumidora, pues no me considero como un ente productivo de arte. Bendito sea mi amigo, tan conversador. Me corrigió de inmediato y me dijo que el simple hecho de vivir, (pero de vivir bien) es arte: leer es arte. Pintar es arte  (aunque sean “muñecos de palitos”). Cantar desafinado es arte también. Escribir, analizar. Expresarse.  
Esos paseos que acostumbro a dar en el conde, caminando, mirando, pensando, escondiéndome de las luces de la ciudad, son parte de mi arte de vivir. Esa forma de hablar, midiendo cada palabra, cada expresión. Esas veces en que  me permito dejarme llevar por impulsos. Esa necesidad de leer, de escribir, de ver una buena película. Fotografiar. Sonreír. Todo en su conjunto nos hace artistas.

Pues sí. Es cierto. Todos tenemos un lienzo por pintar, se llama vida. Decidimos si queremos ser impresionistas o minimalistas.

Y yo que tengo esa “maña” de medir la grandeza de las personas por el arte con que viven. Ya sabía todo esto, pero no me daba cuenta que sabía.   Cuando leo algo fabuloso que alguien escribe, simplemente el autor pasa a caerme bien; no importa si lo conozco o no, si este vivo o no, lo que importa es que él escribió y yo leí, me gustó: sintonizamos. ¿Qué mejor parámetro que ese?  Si  leer es ver el mundo a través de los ojos del autor. ¡Qué atrevida he sido al tomar prestado los ojos de tantos grandes! Me encanta.

¿Poesía? Es el canto del alma. El amor, el desamor, el miedo y los sueños.  Leer poesía es cantar con el alma de los poetas. ¡Qué honor me he gastado!

¿Canto? Cantar es jugar ajedrez con los sentimientos.  Y qué privilegio el nuestro echarnos una partida con los sentimientos de tantos artistas.

Sabina dice que bailar es soñar con los pies...aunque a mi no me salga bien ningún pasito, sé que así es..

Y así puedo continuar con todas las artes… pero no.

Mejor hablo del arte más noble de todos: soñar. Porque soñar es vivir. Porque vivir debe ser soñar. Porque lo que diferencia a los grandes de los insignificantes es su capacidad de vivir soñando, de soñar despiertos. De cumplir sus sueños y los de los demás. Bendito sean los soñadores alrededor del mundo: epa, que somos muchos. Facundo me ha dicho que:  “el hombre es Dios cuando sueña y esclavo cuando cuenta”.

Benditos.  Los que nos arañan el corazón con una canción. 
Benditos. Los que derrochan placeres.
Benditos.  Los que usan la fuerza de la guitarra.
Benditos. Los que comparten con el mundo su arte.
Benditos. Los que cambian balas por palabras.
Benditos. Los que lloran frente al mar, los que ríen frente a un paisaje de puras antenas y calles. Los que silban melodías, los que captan imágenes, los que guardan recuerdos, los que sanan cicatrices, los que cuentan historias.
Bendita sea la raza humana, carajo.

*GR

“Y me pregunto… pa’qué nace la gente que nace y muere indiferente”- JMS.

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